Emblemático Palacio Madrileño del siglo XIX construido por el arquitecto Francisco de Cubas. Declarado Bien de Interés Cultural en 1977.
Colocado en el Paseo de Recoletos, al contrario de lo que ocurrió en la acera opuesta donde los palacios que se construyeron estaban rodeados de jardines, los de este lado son eminentemente urbanos, con una sola fachada entre medianerías y balcones decorados sobriamente. El Palacio López Dóriga destaca por su fachada neoclásica con sencillas guirnaldas, trofeos y motivos alegóricos al comercio.
En la planta baja se instaló el establecimiento financiero, antigua casa de giros, que regentaba D. Francisco López Dóriga. Las dos plantas restantes eran la vivienda del propietario. El edificio respondía a un doble programa comercial y residencial que se resolvió con un doble acceso al núcleo central de distribución. Hoy en día se conserva parte de la estructura original de los salones de la planta noble con suelos de mármol, chimeneas francesas o puertas de marquetería de influencia alemana.