Proyectada por el estudio Herzog & de Meuron, la nueva sede del BBVA en Madrid inaugurada en 2015, alberga más de 6.000 trabajadores en sus 114.000 m². El complejo se compone de una estructura lineal de edificios de tres pisos, con patios, pasajes y jardines de regadío que se extiende por todo el sitio, con una torre de casi 100m de altura que brota desde la plaza central de esta «ciudad».
Es una arquitectura en bruto, una donde la estructura se expresa de manera prominente y donde se priorizan ciertas condiciones de diseño pasivo a través de parasoles y otros métodos para el control de la incidencia solar necesaria en cada sector, disminuyendo el consumo energético en climatización y en iluminación.