Desert City es un complejo dedicado a las plantas xerófitas que defiende el paisajismo “seco” o “sin agua” como un paso necesario a dar en un clima semidesértico como el del sur de Europa.
El proyecto se abre al aire libre en un gran jardín-vivero, y queda cubierto en el invernadero, protegido por un techo en “tensegrity” forrado por un colchón de aire con doble capa de “Etfe”.
La gramática formal se plantea desde la sistematización de una estructura y construcción industrializada, pasada por un criterio medioambiental, de forma que el complejo funciona coordinando dispositivos como dobles fachadas, ventilaciones cruzadas, enfriamiento por evaporación, geotermia, paneles solares, etc., evidentes en el uso y no en la forma.
La parcela, originalmente un descampado con rellenos de escombros, se ha devuelto a la naturaleza en un proceso regenerativo. El proyecto presenta un posible modelo de paisajismo sin agua para un clima semidesértico. En la transformación no solo se consigue un nuevo espacio público verde, sino que se da forma a aspiraciones «de resistencia» que apuestan por devolver a la vida lugares residuales, dotándolos de una segunda oportunidad.