El proyecto se encuentra en una zona de nuevo ensanche en el suroeste de Madrid, junto a la autopista M-40. Está ubicado junto a grandes vacíos urbanos que constituyen eficaces sumideros en la isla de calor urbano de la ciudad, y en una suave ladera con buena orientación solar.
Debido a la gran profundidad edificada de los bloques de vivienda, se propone hacer una red de espacios públicos interiores que introduzcan el aire y la luz al interior del edificio. Esta red, compuesta por toberas, corredores y condensadores, tiene conexión directa a las plazas, conformando una red de espacios que aglutinará la interacción social del conjunto.
Para la ubicación de esta red de toberas y condensadores se han tenido en cuenta los vientos frescos del noreste que soplan en las noches de verano de Madrid, y que enfrían pasivamente el interior del edificio.