El edificio atribuido a Juan de Villanueva construido 10 años antes que el museo del prado. La actuación ha sido respetuosa de modo que pueda volverse a su estado original si se quiere.

Tiene una estructura sustentante de muros de carga de piedra y ladrillo y bóvedas cerámicas que conforman los espacios.  A la vez está dotado de elementos tecnológicos de última generación. Voz y datos conectados directamente con el centro de proceso de datos de la UCM, equipos multimedias con racks de mando independientes en aulas principales para video y sonido, iluminación led con  circuitos para crear diferentes ambientes con diseños modernos que van desde lámparas escultóricas,  hasta bañadores clásicos de pared, calefacción y suelo refrescante de una actuación anterior con generación por bomba de calor y elementos de extinción y detección de incendios así como centralita antiintrusión.

Hay diferentes espacios pudiendo considerarse hasta 15 aulas con capacidades desde 12 alumnos hasta 60. Las particiones y puertas se han realizado con maderas nobles naturales en combinación con diseños de revestimientos decorativos abstractos inspirados en la naturaleza.