Esta magnífica propiedad fue proyectada entre 1971 y 1972 por el reconocido arquitecto Antonio Miró, 2ª Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y compañero inseparable de su colega de profesión Fernando Higueras, con el que realizó numerosos proyectos.

Con 1.153 m2 construidos, en una parcela de 18 hectáreas de terreno, esta soberbia construcción de hormigón combina carpinterías de pino de Oregón y suelos de losetas de barro cocido dando uniformidad a toda la vivienda, perfectamente inmersa en la naturaleza de arboleda autóctona y roca de granito propia de la sierra de Madrid.

Aunque hay una clara influencia de Frank Lloyd Wright en sus obras, Antonio Miró configura un estilo propio, que busca dar un nuevo sentido al hormigón, creando una arquitectura particularmente expresiva y orgánica, lejana a los presupuestos impositivos del rígido racionalismo, y a la vez plena de rigor geométrico y constructivo. Arquitectura orgánica en dos alturas, líneas puras y perfecta simetría con grandes ventanales y una distribución muy actual.